24 agosto 2006

UN TIPO QUE TIENE EL TELEFONO DE DIOS

¿Uds. creen que hay un tipo que tiene el teléfono de Dios y que habla con él y le dice... "Hola Dios, mirá... hay 10 problemas que nadie puede resolver en el mundo", y que Dios le contesta, y el tipo resuelve uno, mañana tal vez dos, y así sucesivamente...?
¿Alguno de Uds. cree que este tipo necesita dinero? Él tiene en su agenda un número de teléfono que vale más que todo el dinero que existe en el planeta.
Reflexionen un poco...

12 agosto 2006

LOS QUIJOTES DUENDICOS

Las conversaciones interceptadas por un amigo dan cuenta de una historia que parece un ensayo psicosocial, que haría que Freud y Jung se amigaran y escribieran juntos varios volúmenes de estudio.

CAPITULO I
Había una vez... unos niños que jugaban en el parque, ellos escapando de sus tareas habituales como estudiar o ayudar en sus casas, potrereaban en la plaza del barrio, que funcionaba como centro social en un barrio del sur del conurbano. Allí, las siestas y los otoños eran eternos, y en ese caminado y pequeño trozo de tierra ellos eran quijotes duéndicos jugando a desafiar la inercia del mundo para que este gire en sentido contrario...
Ha pasado el tiempo... muchos otoños han hecho caer hojas, y... ellos han crecido y hoy se han encontrado en un espacio mucho más pequeño que la plaza donde solían jugar... ahora el juego es otro.
Uno cree que es Dios, el otro vive para desmitificar su idea... como Toms y Jerrys de lo inalámbrico, como un batman de felpa y un archienemigo de costuras mal hechas, como un Báez que se vio caer a sí mismo y un Monzón que le tiraba ganchos al aire, creyendo matar demonios cual video game.
Ellos han crecido, sí, señor. Y ahora la historia es otra...

11 agosto 2006

DOLENCIAS Y MENESTERES MENORES

En vista de que sus compromisos son harto importantes, es de suponer que ir y pegarle a una pelotilla no incumbe sus deberes de viernes por la tarde, pedírosle ruego mediante ya que mi congoja y duelo por omitir tan importante velada, ha provocado en mí, llanto y tristeza inusuales.
A estos motivos, clamo a vosotros no proferir más mentiras invocando dolencias y menesteres menores en contra de tan importante convocatoria, más que por delante forzaré concentrar la importancia de no impedir que los ritmos de juego y ánimos decaigan. Mi honra para con ustedes, y a por votos del reencuentro.